• La obesidad un problema de salud pública multicausal que requiere acciones, programas e intervenciones en diferentes ámbitos: escolar, social, familiar, municipal, estatal, nacional.
  • La oferta de alimentos en el entorno escolar requiere de una remodelación de fondo que permita el consumo de alimentos con calidad nutrimental, considera la nutrióloga especialista Dra. Alejandra Cantoral.

Por: Dra. Alejandra Cantoral Preciado, Académica del Departamento de Salud y Coordinadora de la Clínica de Nutrición IBERO.

Ciudad de México a 28 de octubre 2024.- El reciente acuerdo mediante el cual se establecen lineamientos para la preparación, la distribución y venta de alimentos y bebidas en escuelas, sin duda representará un gran paso en el combate al sobrepeso y la obesidad en ámbito escolar, pero debe ser el único. Esta acción debe de ser acompañada de muchas otras en diferentes niveles, ya que sabemos que la obesidad es un problema de salud pública multicausal que requiere acciones, programas e intervenciones en diferentes ámbitos: escolar, social, familiar, municipal, estatal, nacional.

Sabemos que la población de escolares y adolescentes mexicanos es de particular importancia ya que en estas etapas el consumo excesivo y constante de alimentos ultraprocesados, puede llevar no solo a sobrepeso sino también a otras enfermedades en la vida adulta como lo es la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.


Las políticas públicas que se relacionan con la producción y distribución de alimentos, precio de los mismos, la educación en nutrición y la publicidad de los alimentos deben estar alineadas.

Para que este acuerdo logre su propósito deben de involucrarse diversos actores, secretarías e instituciones, y debe de ser una responsabilidad conjunta de todas ellas y no dejarse solo en manos de las autoridades escolares. Además debe considerar que el consumo de alimentos y bebidas ultraprocesadas van de la mano de la inseguridad alimentaria e inseguridad del agua a nivel familiar y escolar.

La disponibilidad de alimentos y bebidas en las escuelas no solo depende de la decisión de los padres de familia, sino también de la accesibilidad y asequibilidad a alimentos no procesados, de la disponibilidad y garantía de agua potable para el consumo del estudiantado. Por ello las políticas públicas que se relacionan con la producción y distribución de alimentos, precio de los mismos, la educación en nutrición y la publicidad de los alimentos deben estar alineadas. Esto resalta la necesidad de una política integral en la prevención y disminución de la obesidad.

La oferta de alimentos en el entorno escolar requiere de una remodelación de fondo que permita el consumo de alimentos con calidad nutrimental, y que oriente al alumnado en la elección de dichos alimentos.

Sin duda la oferta de alimentos en el entorno escolar requiere de una remodelación de fondo que permita el consumo de alimentos con calidad nutrimental, y que oriente al alumnado en la elección de dichos alimentos, además de que las escuelas deben de promover la actividad física apropiada de acuerdo a la edad del alumnado.

Se tiene evidencia en otros países que las acciones que mejoran el entorno escolar y que reducen el consumo de alimentos ultraprocesados tiene un efecto benéfico en la salud de los escolares a corto y largo plazo. En ese sentido el impulsar estos acuerdos con vigilancia, monitoreo y sanciones pudiera sumarse, junto con otras acciones, a detener el incremento en los índices de obesidad escolar.

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